Utilizando el título de un manifiesto educativo elaborado por compañeros de la UJI, empiezo la reflexión de si los maestros deben de reproducir un aprendizaje pasado a sus alumnos, o crear unas didacticas únicas pensadas en cada uno de sus protagonistas, sus alumnos.
Cogiendo la segunda opción, maestro como artísta, hemos de saber el como y con que herramientas elaborar este arte.
Basandonos en el aprendizaje cooperativo y en los valores de nuestra sociedad, ¿debemos de centrar el aprendizaje de nuestro alumnado a ellos, o por le contrario elaborarlo nosotros sin dejar opción a sus protagonistas?
Como bien decia un autor, "El/la alumno/-a es el único responsable de su aprendizaje". Por ello, debemos de darle protagonismo en su elaboración, en sus planteamientos y darle opción a errar para que así pueda aprender. Darle la opción de expresarse delante de un grupo y así adquirir valores y actitudes demócratas.
Ummm... basta ya de decir que educamos para formar personas y luego solo dejar que el alumnado reproduzca aquello que nosotros queremos sin darles opciones de elegir.
El maestro ha de ser un artísta para saber guiar a su alumnado de forma que este participe en todos los elementos de su aprendizaje: organización, compromiso, respecto, participación, criticar, respetar, etc.
Y sí! esto también es cabido en las clases de educación fisica, ¿por que no? ¿Que en ellas no educamos?
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